Dia Internacional del Voluntariado
La Plataforma de Voluntariado Social de Sevilla celebró un acto en el que se escucharon testimonios de personas que han recibido la ayuda voluntaria y a veces se convierten en voluntarios agradecidos.
Gracias a tí, Manuel.
Testimonio de Manuel Torres
Asociación Española contra el Cáncer
Mi
nombre es Manuel Torres y cuando me invitaron a hablar sobre mi experiencia con
el voluntariado la única palabra que se me vino a la mente era gratitud.
Dar
las gracias es poco, si tuviera que pensar en un único sentimiento hacia los
voluntarios y voluntarias.
Mi
experiencia como enfermo de cáncer fué descubrir cómo personas completamente
ajenas a mí me hacían sentir como si hubiesen estado siempre a mi lado para
apoyarme, sacarte tu mejor sonrisa, animarte, aconsejarte ó ayudarte con
cualquier cosa que necesitara, veía como se convertían en mis padres, mis
hermanos y hermanas, en mis amigos y amigas, en antiguos compañeros de
enfermedad que me hacían ver que todo era posible y para todo hay solución, me
resolvían dudas, incluso las más absurdas, una de ellas era como era posible
que os aprendierais todos los nombres de una sala de un hospital.
A
veces durante el largo tiempo que pasaba en mi estancia en el hospital, al
veros, me preguntaba como mis preocupaciones se hacían las vuestras sin apenas
conoceros.
Era y es un interés real por nosotros y es lo que hace grande al ser humano a pesar de otras muchas otras cosas que lo convierten en todo lo contrario.
Era y es un interés real por nosotros y es lo que hace grande al ser humano a pesar de otras muchas otras cosas que lo convierten en todo lo contrario.
Es
increíble pensar hoy en día en la escala de valores, que se le da más
importancia al aspecto económico cuando más valioso es el tiempo, tiempo que
vosotros y vosotras los voluntarios y voluntarias dais a quien lo necesitamos y
lo necesitan.
Ponerle
un valor económico a vuestro tiempo es más difícil de calcular, al menos para
mi.
¿Cómo valoro económicamente si tuviera que pagar algo?
El tiempo que dedicasteis
cuando sentía miedo cuando mi tratamiento, y me acompañabais, me dabais ánimo,
me ofrecíais un simple beso ó un abrazo, y sé que haceis mucho mas, no solo en
los hospitales, para mucha gente y en otras muchas otras situaciones.
Mi
recompensa para vosotros y vosotras es mi felicidad porque en mi caso mi fin
era recuperar mi salud y gran parte de esa recuperación habéis tomado parte
todos vosotros y vosotras.
Y
por favor no dejéis nunca de ser y sentir esa vocación que llevais dentro como
voluntarios y voluntarias.
Para nosotros, los que nos beneficiamos de vuestro
trabajo desinteresado, días como hoy lo celebramos siempre.
Gracias.
Gracias.
Precioso.
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