Se organizaron para que el ruido del mar no entrara en las habitaciones aunque si el viento.
Sin ruido, de puntillas.
Cuando los vencia el cansancio,
se iban a dormir.
Las pilas se terminaban,
las baterias se descargaban,
los plomos saltaban
Y entonces,
sólo entonces,
silbaba el viento
y hacian frufru las cortinas
y un ruido muy ronco
del fondo de la historia
ponia los bajos a semejante melodia
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