viernes, 27 de marzo de 2015

ME SENTI ENTRE AMIGOS, SÓLO FALTABA LA CERVEZA


Había una vez un castillo con patas y alas que cambiaba de lugar según le venía en gana
en el intervalo del deseo
de una palabra que no conozca remordimiento por no haber llegado a tiempo
que pasa como los ríos en su camino desde la orilla hasta la mar
maga que con su energía hece levitar los días
que pasan y dan lugar a una nueva noche
hace frío y está oscuro pero siempre sale el sol,
al caracol, al caracol, despacito se movió
movió el cuerpo y me hizo temblar
de emoción al saber que la libertad me espera para ser feliz
Estoy más feliz que una perdiz
se perdió la perdiz por no encontrar el camino
Llevo pan, tocino y vino
vino y se bebió
bebí una gran cerveza fría
fría es la vida fría la muerte fría es mi esperanza a la luz del día
el día se presentó soleado y hermoso
como todo lo que hace a uno sentirse vivo
CADAVER EXQUISITO CREACION COLECTIVA



El pasado miércoles 25 de marzo 4 poetas: Rocío Muñoz, Angelica Erta, Gloria de la Torre y yo, visitamos el Aula de Cultura de Solidarios para el Desarrollo en el Centro Penitenciario Sevilla 1.
Llevabamos nuestras poesías y algunos juegos para hacer entre todos. 
No sabíamos si el tiempo nos iba a alcanzar porque siempre resulta escaso.
Una vez superado el largo camino de controles, rejas y pasillos nos encontramos con los presos del módulo de respeto, quienes nos recibieron con regalos muy especiales: pulseras de colores y chupachups.
Nos presentamos en ronda mencionando nuestros nombres, un color y un sentimiento que nos definiera.
Se había creado un ambiente ideal para recitar nuestros poemas: había expectación, complicidad y ganas de compartir, incluso tuvimos un “espontáneo” que improvisó una poesía estupenda.
Luego hicimos el primer juego compartido, el “Binomio Fantástico” para el cual era preciso que dos palabras fueran dichas a la vez por dos personas distintas: GUITARRA y NUBE hicieron saltar la chispa y la creatividad:   
sonrisas, acordes, alegría de vivir, esperas, baladas tristes pero de esperanza, lluvias, arcoiris de colores… fueron volcandose en el papel.
Los poemas escritos y firmados volaron transformados en aviones de papel, regalos mutuos que nos hicimos.
El tiempo se ajustó a nuestros planes, dejándonos crear entre todos un “cadáver exquisito” como nos enseñaron los surrealistas.
Intercambiamos direcciones, prometimos cartas y cuando nos despedíamos escuché algo que definió el rato compartido perfectamente:
“Me sentí entre amigos, sólo faltaba la cerveza”
El avioncito de papel que me alcanzó traía éste poema:


Oigo la guitarra,
me ausento: sólo yo y una melodía
Me siento en las nubes
simplemente con cerrar los ojos
la música despierta sentimientos
los sentimientos despiertan la música










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