jueves, 27 de febrero de 2014

KURUPÍ LA YERBA, DOCE DE GUAYABA, AMARILLA LA MAZAMORRA


...Bueno, será verdad!!..... pensó el comerciante, obligado por las circunstancias a re-inventarse....
La mañana azul desperezandose....

Genjibre, Humitas y Plátano-macho se apretujan con Fubá, Guaraná y Fariña de Mandioca de Brasil.... la fruta con la fruta, las harinas con las harinas...

¿Está abierto? Una cabeza repleta de rizos oscuros entra por la ventana entreabierta de la tienda donde asomarse, escudriñar con la mirada los anaqueles y preguntar es la forma de comprar....

Tiene Aji Panca?

Un momento.... las cajas se tropiezan con sus pies, los aromas nuevos y lejanos se mezclan y suben a su nariz acostumbrada a fritos, jamones, aceitunas....De donde era? Perú? Bolivia? Aji Panca....Aji Panca......Ajinomoto no, Aji Amarillo tampoco.... Almidon de Yuca no...Donde lo puse?.... Aquí !!.. Son 3 euros.. Buenos días.....

Guanabana, Tamarindo, Aguacate, Mango, las yerbas juntas, así,....ésta compuesta, ésta no,….Pajarito, Kurupí, Selecta….

Absorto en buscar un criterio para ordenar tanto género extraño no escuchó el grito que la extranjera pegó al ver los chicles de su infancia en un viaje en el tiempo....

Chiclet`s…..con su logo inconfundible asociado al pueblo, a niños jugando en la plaza, a tiempo que se fue…













miércoles, 26 de febrero de 2014

EL FLAMENCO CRUZÓ EL CHARCO





El tiempo da bocados a nuestros recuerdos y nos deja con retazos que a duras penas podemos unir.

Tendría 16 años y mi hermano 14 y medio.
Habíamos ido a visitar a papá que vivía cerca del mar, en el balneario de Neptunia, a unos 35 kilómetros de Montevideo.
1980....No había internet ni móviles y apenas teléfonos...en la playa mi padre no tenía.
Con 50 $ en los bolsillos "hicimos dedo" en la Avenida cercana.
Paró una camioneta que iba a Punta del Este, el balneario más internacional del paisito.
Eramos chicos y ni la mitad de espabilados que son los adolescentes de hoy en día.
Sobre la marcha decidimos irnos a la aventura a Punta.
Papá no sabía que íbamos y mamá no se iba a enterar.
Nos dejamos llevar y dos horas más tarde llegamos y nos dedicamos a deambular por Gorlero, la avenida principal...
Pasamos la noche en los incómodos bancos de la estación"La Onda", compañia de autocares presente en todo el país.
Fin del verano, marzo, todavía hace calor pero al atardecer se hace notar el frío....
Sensibles a la música, los géneros musicales no nos eran ajenos ya que en casa escuchabamos desde Dizzy Gillespie hasta Mercedes Sosa, pasando por Frank Sinatra, Pink Floyd, Los Chalchaleros, Louis Armstrong, Ella Fitzgerald, Charly García, Silvio Rodriguez...
Al amanecer me desperté, hambrienta, dispuesta a buscar pan para desayunar.
El cielo estaba gris. El balneario estaba dormido pero los jardineros y los aspersores habían madrugado y recuerdo el contraste del cielo gris con el mar azul y el verde de los jardines brillantes...
Unos acordes que no conocía sonaron al doblar una esquina...

Turistas vestidos de forma estrafalaria a los que había sorprendido el sol tocaban a la guitarra una música maravillosa....
Tiempo después supe que esa música había sido compuesta por un español del sur y que el tema se llamaba "Entre dos aguas"...

No recuerdo como volvimos mi hermano y yo, ni a que casa fuimos ni si se descubrió la aventura...
Se había abierto una puerta que jamás habría de cerrarse...












martes, 25 de febrero de 2014

TARDE DE TOROS...Ó NO






Tu cara me suena le dijo el periodista cuando el piloto rojo se apagó.

Descargaron cubos de agua que les sobraban a las nubes y las vertieron por igual sobre manifestantes y taurinos.

Una señora muy arreglada cruzó por delante de los que gritaban haciendo un gesto obsceno.

Unos pagaban por verlos morir, los otros, apenas un puñado, intentaban evitar su muerte.

Policías y palmeras, paraguas, gitanos, pancartas, camiones, toreros, vendedores de cojines y curiosos compartían la tarde gris.

La líder de los antitaurinos respondió que su cara debía ser muy vulgar.
El periodista siguió con el run-run en su cabeza…












lunes, 24 de febrero de 2014

UNA HISTORIA DE NUESTROS DIAS






Se levanta a la misma hora todos los días, sale a correr y luego desayuna con los colegas siempre en el mismo lugar.

Se va al trabajo y solo lo interrumpe para comer, puntual, todos los días a las 2 en el mismo mesón.
Vuelve al trabajo, y luego a descansar.

Después de subir ágilmente la "rampa" del edificio donde vive, contempla las vistas de tan privilegiado enclave:
el río iluminado, 
las luces reflejadas en el agua...
la quietud de la noche, 
el aire menos frío,
el aroma de las primeras flores que despiertan del invierno...

Metódico, disciplinado, valora lo que tiene cada día:

su trabajo de gorrilla,
el comedor social donde come,
el puente, su casa, donde duerme cada noche...






ME GUSTAN LAS DE TIROS



"A esta hora exactamente hay un niño en la calle"....
Resuenan en mis oidos estos versos cuya autoría desconozco que cantaba Mercedes Sosa.

Desde ayer tengo una amiga nueva, si, una amiga - desconocida me está dando una lección de vida ejemplar.

Duerme en la calle, entre cartones, dice que está esperando una casa, yo no sé... tiene una dignidad que para mí quisiera.

Sólo seguí los dictados de mi corazón por una vez, me acerqué, le pregunté qué le hacía falta y le llevé exactamente lo que me pidió con humildad y hasta un poco de corte.

No sé nada de su vida personal, sólo que tiene "un poquito" de colesterol y que espera una casa.

Yo no pregunto. le llevo una manta, comida caliente, mañana alguna novela policial porque lee, "me gustan las de tiros", dice.

No lo cuento para colgarme medallas, ya que no he hecho nada más egoísta en mi vida: la recompensa es enorme.

Volvía de un concierto esta noche, sola, era una noche fría, pasé a verla y el ratito compartido me acompaña todavía.

Muchas veces nos planteamos hacer grandes cosas, cambiar el mundo, y reflexionamos durante horas.
Sin embargo, hay pequeños gestos que pueden hacer mucho.

Son personas, están solos, tienen frío, tienen hambre, pero sobre todo, sobre todo, no se pueden comunicar.

Pasamos a su lado móvil en la mano, hablando demasiado y ni siquiera los miramos.

Agradecen a su manera un "hola", unos minutos de nuestro tiempo, una mirada.

Recordaba mi nombre desde ayer y cuando me fuí me dijo que tuviera cuidado...







SORPRESA EN EL CIELO



Acaban de atravesar la densa capa de nubes y un sol radiante baña el interior del pequeño avión.

Hacen la ruta Guelmin-Es-Semara – Fuerteventura, siempre la misma y siempre diferente.

La aridez del desierto desaparece de pronto en la curva del minuto 27 y el horizonte se colorea inmensamente añil hasta las primeras palmeras.

Guillermo saca fotos mientras Andrés pilota.

Un ruido imperceptible rasga lo previsible.

Guillermo deja a un lado su cámara y centra su mirada amplia a su entorno inmediato.

No encuentra nada inusual.

El tiempo se detiene.

El avión se empequeñece y el agua está más cerca para los sentidos de ambos que nunca ven perturbada su paz.

Detrás de los sacos de correo surge una forma oscura que se arrastra, balbucea algo y cae ante sus ojos atónitos.

Ahmed suplica ayuda con sus ojos, alarga las manos morenas e intenta hablar cuando tropieza y cae…








VOLARE




No sabe a nada. "Está sosa", sentenció el profesor.
La giramos patas arriba, ala acurrucada, patas abajo, ala oculta, para presentarla.
De todas las formas era un animal quietecito, sin cabeza y con una salsa, insípida, por encima.
Todos miramos la estética del plato, en plena competición por armonizar colores, sabores y texturas para estar al día con la vanguardia gastronómica dominante.



De pronto, un compañero del equipo azul se arma, cuchillo en mano, y soluciona el asunto plagiando un plato aplaudido en el último programa mediático: crear una pirámide perfecta y asimétrica con el género en cuestión (antiguo ser vivo víctima de procesos de cocción y transformación) a juego con la salsa exótica.

Al acercarse, escuchamos un aleteo imposible, un frufru imperceptible y en segundos quedaron chaquetilla y mandil manchados y los ojos tontos en el plato vacío.....





domingo, 23 de febrero de 2014

CAFÉ



Daba vueltas y más vueltas, no podía dormir.

Encendí la luz, busqué “Los viejos marineros” y empecé a leer.

En cualquier parte.

Ya encontraría donde había quedado la última vez.


-Vine a vivir aquí porque nunca ví en el mundo dos lugares tan semejantes como 

Periperi y Rasmat, una Isla del Pacífico donde viví unos meses…

-¿Veraneando?

El comandante sonrió:

-Náufrago…Entonces era aún segundo piloto. Iba embarcado en un barco griego


De pronto sentí olor a café.

Un profundo y maravilloso olor a café…

Llevaba sintiéndolo desde el desembarco del héroe en Periperi.

Súbitamente, salí de la ensoñación ó duermevela, y comprendí, que no era posible que oliera a café recién hecho!! a las dos de la mañana.

Acerqué mi nariz al libro, tan llevado y traído de la biblioteca a casa y otra vez a sus estantes… y ni rastro.

La madrugada olía a café calentito.

La completa verdad sobre las discutidas aventuras del Comandante Vasco Moscoso de Aragón, Capitán de altura, traía sus aromas….










BICHO







Clac, clac, clac.

Las piedras caen bajo sus pies y le hacen tambalear.

La luz ha cambiado y un aire fresco anticipa la noche.

La montaña, majestuosa, imperfecta, áspera, va quedando lentamente atrás.

Una sombra la va cubriendo como un telón.

Su cuerpo, cansado, conserva el calor del sol, durante la ascensión de la mañana.

Recuerda a “bicho”, su maestro de escalada, con su pelo aleonado, su torso triangular, sus pantalones rojos, sus precauciones con el grigri y el ocho, sus “dame cuerda, venga, venga, venga”.....

Las águilas, los buitres , sobrevolando su primer día de subida, aquel diedro tan difícil: -“arriba, arriba, venga, venga, tu puedes”-, creía oírle decir.


Todavía no sabe si lo vio ó lo recordó, pero el buitre casi lo roza con sus alas recortadas, del pico colgaba sangre, o un trozo de tela roja.....









LLUEVE COMO ALLÁ


No puedo dejar de pensar en nuestros queridos amigos que duermen en la calle, que se tapan con cartones, con mantas viejas, en bancos de la plaza nueva, en portales del mercado.

Llueve, llueve y llueve.... no de mentirijilla como suele llover acá, un ratito caen cuatro gotas como para cumplir...

No, ésta noche llueve como allá, continuado, con ruido, es lluvia que empapa, que enfría, que llega hasta los huesos.

La muchacha no durmió en toda la noche, me contó, nos contó, el brazo dolía mucho, el brazo que se partió cuando cayó.

Aparca coches y siempre tiene una sonrisa, una palabra... en poco tiempo envejeció mucho, dejé de verla dos semanas y no la reconocía.

Espero que esté bajo techo. "Una mujer en la calle no puede estar sola", comentaba otra señora "es muy peligroso"... 


Un poco más al sur, en el Monte Gurugú no sé si llueve pero hace frío,
mucho frío ...







EL MAR POR VEZ PRIMERA

Escuchó ruido de truenos a lo lejos.
Había vivido algunas tormentas, el cielo se oscurecía y caía agua como si alguien tirara baldes llenos, un ruido furioso que cambiaba de pronto a un susurro de agua fluyendo sin parar.
Desde que empezaron a bajar el cerro el ruido aumentaba, y ese olor....

Todo era verde en los poquitos años que llevaba en este mundo, verde de los campos de labor o marrón de la tierra...azul el cielo ó gris....amarillo el sol, blanca la luna....rosada la piel de mamá....

Se levantó viento, y la cosquilla del pelo en su cara le dio risa....
Cuando abrió de nuevo los ojos, el azul del cielo y el blanco de la luna habían bajado a sus pies, le habían robado el sonido al trueno y se habían llenado de agua.